El Hospital Universitario de Toledo, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, ha creado la Unidad Funcional de Gestión de Riesgos Clínicos en el servicio de Medicina Intensiva, con el fin de minimizar los riesgos inherentes a los cuidados intensivos profundizando en la seguridad y la calidad en la atención al paciente. La Unidad Funcional, enmarcada en la Estrategia de Seguridad del Paciente de Castilla-La Mancha y coordinada por la Unidad de Calidad del Complejo Hospitalario Universitario de Toledo, está formada por un grupo multidisciplinar de profesionales del servicio. Facultativos, enfermeras, técnicos en cuidados auxiliares de enfermería y celadores trabajan en líneas de vigilancia para conseguir los objetivos establecidos.
El equipo multidisciplinar ha diseñado el marco de actuación, basado en las líneas estratégicas del documento Estrategia de Seguridad del Paciente de Castilla-La Mancha 2019-2023. Se incluyen acciones dirigidas al uso de medicamentos, control de infecciones, realización de procedimientos y cuidados excelentes, identificación inequívoca del paciente, mejora de la comunicación de equipo y con la familia, y el abordaje de eventos adversos y su análisis. El objetivo es mejorar de forma continua la asistencia sanitaria al paciente crítico, garantizando la seguridad y calidad asistencial. En este sentido, la Unidad Funcional de la UCI ha desarrollado un documento de trabajo con las líneas de actuación y los objetivos marcados para mejorar en seguridad del paciente. Se recogen acciones como acompañamiento del paciente al alta de UCI hasta la planta de hospitalización, registro de procedimientos intrahospitalarios, mejora de seguimiento de heridas, sesiones de formación y notificación y análisis de eventos adversos. La Estrategia de Seguridad del Paciente de Castilla-La Mancha, elaborada por la Consejería de Sanidad, permite ofrecer a la población una atención integral cada vez más segura y de calidad y contribuir, junto a los profesionales y a los propios pacientes a poner en práctica una cultura responsable de seguridad y excelencia, que disminuya los riesgos de la atención sanitaria, haciéndola más efectiva y de más calidad.