Villarrobledo, 16 de julio del 2020.- Este emotivo encuentro sirvió para recordar a los residentes fallecidos en ese periodo, sin coronavirus diagnosticado, o por cualquier otras patología, entre el 14 de marzo al 15 de julio de 2020.
En los jardines de acceso a la residencia tuvo lugar la concentración de todo el personal y de los residentes, cumpliendo con la distancia física de seguridad, y todas las normas recomendadas por los protocolos de Salud Pública.
El acto estuvo dirigido en todo momento por la directora de la residencia María Ángeles Losa, la cual quiso expresar el sentimiento de todas las trabajadoras que atienden a nuestros mayores: “Los que estamos aquí, les mostramos nuestra admiración por su ejemplo, y les queremos hacer llegar a todos ellos y sus familiares, -allá donde estén-, nuestra más alta consideración y agradecimiento, por habernos permitido formar parte de sus vidas, y haber compartido alegrías y también sinsabores, pero siempre desde el convencimiento común (de ellos y de nosotros, los profesionales, su segunda familia) de estar haciendo lo correcto conforme a los valores de ACESCAM -LARES CASTILLA LA MANCHA”.
El acto continuaba con la lectura de la oración “La muerte no es el final” de San Agustín, a cargo de Doña Evangelina Peñalver, residente y Presidenta del Consejo de Mayores procede a dar lectura de la oración LA MUERTE NO ES EL FINAL de San Agustín.
Para finalizar y después de una simbólica suelta de globos, se procedió a enterrar, a los pies de uno de los árboles del jardín, una cápsula del tiempo como símbolo de reconocimiento al comportamiento ejemplar de todos los residentes mostrando siempre su apoyo en todo momento y a todos los profesionales en reconocimiento al cuidado de las personas más vulnerables de esta pandemia. Dicha cápsula llevaba en su interior un listado de todos los trabajadores y residentes que hemos vivido la pandemia del COVID19 durante estos meses. A su vez, dentro de dicha cápsula, se incluye un poema de Mario Benedetti titulado No Te Rindas.
Así concluía un emotivo acto de recuerdo a los fallecidos por esta pandemia, todavía latente, y de reconocimiento a los profesionales que cuidan de nuestros mayores en nuestra residencia.