La portavoz del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Villarrobledo ha realizado una valoración de la Navidad Cultural

Caridad Ballesteros mencionaba la rueda de prensa que el responsable de cultura, Bernardo Ortega, ofrecía en el día de ayer y en la que afirmaba que la Navidad cultural había supuesto un hito y que el listón había quedado muy alto.

La responsable socialista se pregunta si el concejal se ríe de los ciudadanos y de las ciudadanas de Villarrobledo. Porque cualquiera que haya echado un vistazo a la programación cultural de estas pasadas fiestas se dará cuenta que no ha habido programación cultural durante esta Navidad más allá de los actos que las asociaciones y que los artistas locales han organizado, haciéndole el trabajo al concejal de Cultura. Afirmando Ballesteros “que vuelve el coste cero a la cultura de Villarrobledo”, vuelve una vida cultural muerta.

Durante estos días se ha asistido, otra vez, al igual que pasó en la feria, a una Navidad sin actividades para los niños, sin actividades para los mayores. Así ironizaba la concejal con las palabras del responsable de cultura “la magia e ilusión” que él vive y que no son las que vive el resto de las ciudadanas y ciudadanos de Villarrobledo.

Algunas madres y padres de niños de la localidad se quejaban de que no ha habido nada que hacer en Villarrobledo, que no ha habido dónde llevar a los niños, ni siquiera a unos parques infantiles que se encuentran destrozados o abandonados. Más allá de ese cine del cual presumía el responsable de Cultura ayer: tres días de cine en las que se han proyectado películas de hace cinco años.

Argumentaba Ballesteros que el Gobierno municipal se escuda otra vez en el COVID, sin pasar por alto que se han pasado unas Navidades en las que el índice de contagios han estado preocupando, pero es algo en lo que los responsables municipales no se pueden escudar, porque no ha habido restricciones en la hostelería o en el comercio. El hecho de no contar con una programación cultural atractiva estas navidades ha provocado que muchos vecinos se hayan marchado a otras localidades o a la capital de provincia, lo que ha sido un flaco favor para la hostelería y al comercio local.

Los socialistas no entienden muy bien la dinámica del equipo de Gobierno de no hacer nada, de no programar. Ahora nos encontramos en una situación de subida de casos COVID, pero se puede tomar como ejemplo la pasada feria, donde se llevó a cabo mismo esquema, donde se dejó todo en manos de las asociaciones que están haciendo un enorme esfuerzo, más allá de sus competencias, porque le están resolviendo la papeleta al concejal de Cultura, quien se siente muy cómodo con esta situación.

Para Ballesteros la programación del cine merece una consideración aparte y recordaba como a finales del mes de noviembre los socialistas dieron una rueda de prensa, criticando que no se proyectase cine en la ciudad a causa de la incapacidad de gestión por parte del concejal de cultura que sabía que el contrato del cine venció en verano y había que volver a sacar el pliego de condiciones para volver conceder esa gestión del cine.

La portavoz socialista volvía a ironizar, pues no todavía no se sabe en qué “nube de ilusión, de magia y de fantasía se ha perdido el concejal de Cultura” puesto que a 11 de enero se sigue sin cine en una ciudad del tamaño de Villarrobledo, en la que los vecinos se tienen que marchar a otras localidades para ver las películas de estreno desde el pasado verano.

Los representantes socialistas se preguntan, una vez más, algo que ham repetido en numerosas ocasiones, qué están haciendo con todo el dinero que no están gastando en actividades culturales. Tras estos dos años de pandemia se hace necesario   que haya un impulso por parte de las instituciones, porque la gente del mundo de la cultura también come y por eso se necesita programar actividades para que la gente pueda disfrutar de sus momentos de ocio con total seguridad.

Se ha demostrado que la cultura es segura y por eso los socialistas piden al concejal de Cultura que deje de refugiarse en las asociaciones, que haga su trabajo y que programe o que al menos deje a los técnicos de Cultura que hagan su trabajo y traigan actividad cultural a Villarrobledo.

Caridad Ballesteros agradecía a las asociaciones de la localidad y a todos los artistas locales que han hecho un verdadero esfuerzo, porque la poca vida cultural ha venido de su mano y como siempre están ahí dispuestos.

Para el Partido Popular, la cultura no es una prioridad y la abandonan cada vez que gobiernan, como ya es costumbre. Por eso los socialistas piden al equipo de Gobierno se lo tomen en serio y que trabajen para volver a colocar a Villarrobledo en el escenario cultural que merece y que siempre ha tenido.