CESÁREO MOLINA: LA REFORMA DE LA PLAZA VIEJA ES UN “ANTOJO” ELECTORAL DEL PP

Solo va a servir para dejar un millón de euros menos en las arcas municipales.

La Portavoz Socialista, Graciela Arenas y el concejal Cesáreo Molina se han desplazado
hasta la plaza de Ramón y Cajal para denunciar el proyecto de reforma que se está
llevando a cabo por parte del equipo de Gobierno del Partido Popular.
Molina indicaba que el proyecto nacía con muchos defectos, principalmente el haber
realizado el mismo sin querer escuchar a nadie, ni a vecinos, ni a profesionales, ni a
usuarios del parking.
Otra de las carencias ha sido el no haber pensado en la accesibilidad del Parking, dado
que una vez que se realiza la inversión se debería haber aprovechado que estaba el
pavimento levantado para haber puesto un ascensor, o al menos, como demandaban
los propietarios y usuarios, haber dejado el hueco para su instalación.
Para el responsable socialista el principal objetivo de la reforma de la plaza no es otro
que usarlo en la campaña electoral y prueba de ello es que al día siguiente de la
celebración del concurso de gachas del Carnaval se procedió de forma inmediata a
desmontar la carpa, por lo que al final no se ha podido celebrar la ya tradicional y
consolidada feria agroalimentaria, algo habitual durante el fin de semana siguiente a
las fiestas de Carnaval, que sirve como escaparate para la ciudad y como promoción
de productos, sobre todo para las bodegas locales, dado que la edición del pasado año
fue un éxito tanto de público como de ventas.
Cesáreo Molina afirmaba que a día de hoy, con las obras aún sin terminar, se puede
observar el resultado de la improvisación, del “antojo” y de las prisas del Partido
Popular con la reforma de la plaza. Una obra que no cuadra con el entorno, con un
pavimento que ya está manchado tras una edición del Carnaval, por mucho que se han
esmerado en limpiar se puede observar en el espacio en el que estaba el escenario
como esa zona está limpia y sin manchas, pero contrasta con el resto del pavimento
donde se pueden observar la suciedad incrustada y donde aparecen baldosas rotas y
otras que se mueven.
Para finalizar, Molina manifestaba que la reforma de la plaza Vieja solo va a servir para
dejar un millón de euros menos en las arcas municipales.