Toledo, 31 de octubre de 2020.- Investigadores básicos y clínicos del Hospital Nacional de Parapléjicos, centro dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), en colaboración con la Unidad de Proteómica del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) y ProteoRed han descrito el papel clave de la heparina, fármaco anticoagulante utilizado principalmente para prevenir y tratar la trombosis venosa, en la respuesta de pacientes con lesión medular espinal a la infección por COVID-19.
“Como ya es bien conocido el COVID-19 se caracteriza por ser una infección respiratoria viral, sin embargo, las características clínicas de esta infección difieren ligeramente en pacientes con lesión de la médula espinal de las observadas en la población general”, ha explicado la científica María Eugenia G. Barderas, coordinadora del estudio.
La tos y la astenia son los síntomas más frecuentes en esta población. Además, los pacientes infectados con lesión medular rara vez presentan complicaciones que requieran ingreso en una Unidad de Cuidados Intensivos, a diferencia de la población general. Por lo tanto, existe una clara necesidad de comprender cómo el COVID-19 afecta a los pacientes con lesión de la médula espinal desde una perspectiva molecular.
Para la Dra. María Eugenia G. Barderas, “los resultados obtenidos muestran una correlación significativa entre las proteínas encontradas diferencialmente expresadas y la dosis de heparina, lo que sugiere un papel clave del citado fármaco en la respuesta de los pacientes con lesión de la médula espinal a la infección por COVID-19”
Aunque el número de pacientes es limitado, estos datos pueden arrojar luz sobre nuevas opciones terapéuticas para mejorar el manejo de estos pacientes y posiblemente también de la población general.
“Este complejo estudio, que se publicará próximamente en la revista científica ‘Journal of Personalized Medicine’, ha sido posible gracias a la aplicación de una tecnología puntera como es la Proteómica, ciencia que estudia las proteínas y su correlación con sus genes, que permite identificar un elevado número de proteínas a la vez y, con ello, un mejor conocimiento de las enfermedades, en este caso del COVID-19 en la lesión medular. El estudiar directamente muestras de lesionados medulares ha hecho posible dar este gran paso”, ha finalizado la investigadora.